“Corona Waiting”


Editorial en exclusiva para LF Magazine

Corona Waiting” es un proyecto personal creado durante el primer estado de alarma a raíz de la pandemia por el Coronavirus. Está compuesto por una serie de 14 autorretratos que recrean escenas del día a día durante la cuarentena de muchas personas.

Acciones cotidianas que de algún modo han cambiado y nos han hecho cambiar; propósitos olvidados que retomamos durante esos meses de confinamiento; nuevas actividades que meses atrás eran impensables y que se volvieron el pan de cada día. La idea surgió a partir de la necesidad de registrar, a través de la fotografía, ese momento histórico vivido. Paradójicamente, las limitaciones que se impusieron fueron las que me empujaron a pensar de una forma diferente.

¿Qué hacía la gente, día tras día, confinada en su casa? La respuesta la vi en redes sociales, prensa, televisión y a través de mi balcón, así que con un pequeño estudio improvisado en casa y con lo que tenía a mano, di vida a estos catorce autorretratos.


1. Salir a comprar alimentos, algo esencial y que hacíamos de manera regular, se convirtió en una tarea de alto riesgo.

2. Pasear a nuestros perros fue el momento más esperado del día. Para nosotros eran minutos de aire fresco, aunque ellos no entendieran porqué de repente ya no podían salir a correr.

2. Pasear a nuestros perros fue el momento más esperado del día. Para nosotros eran minutos de aire fresco, aunque ellos no entendieran porqué de repente ya no podían salir a correr.

3. Cocinar sano, comer sano. Mantener la línea. No dejarse tentar por esos alimentos que sabemos que no nos ayudan, pero que disfrutamos, y en esos momentos de cuarentena mucho más, porque nos decíamos que nos los merecíamos más que nunca.

3. Cocinar sano, comer sano. Mantener la línea. No dejarse tentar por esos alimentos que sabemos que no nos ayudan, pero que disfrutamos, y en esos momentos de cuarentena mucho más, porque nos decíamos que nos los merecíamos más que nunca.

4. Bendito sofá. Mantas, palomitas y acción. Si debíamos quedarnos en casa, al menos que fuera cómodos y con una buena película o una buena serie.

5. Lavarse bien, durante la cuarentena (y también ahora) más que nunca. Sobre todo, si teníamos que salir a la calle por alguna razón. A la vuelta tocaba una buena ducha y mucho jabón.

6. Hacía años que no tocábamos la guitarra y nos acordamos que la teníamos por casa. Fue el momento de volver a retomar ese hobby; ¡no será por falta de tiempo!

7. Hacer ejercicio, buen propósito! Nos poníamos un animado canal de Youtube y a darlo todo. Y a falta de unas buenas mancuernas, teníamos varios kilos de arroz en la despensa.

8. Teletrabajar. En pijama. A no ser que tuviéramos una videoconferencia y nos debiéramos vestir bien. Pero sólo de cintura para arriba.

9. Si no podíamos ir al campo, al menos nos podíamos acercar a la naturaleza a través de nuestras plantas. Regarlas, mimarlas y contarles cosas bonitas. Y así sentirnos más cerca del exterior.

10. Los amigos, cómo se echaban de menos. Esas noches de risas, baile, charlas y bebida. Durante la cuarentena no nos quedaba otra que las videoconferencias, vestirnos para la ocasión y disfrutar de la noche en casa.

11. Limpiar, limpiar y limpiar. Quizá sea una de las tareas que más hicimos, aunque no con la mayor de las ilusiones, también sea dicho. Pero por fin le pudimos dar a nuestra casa esa limpieza a fondo que llevaba tiempo pidiéndonos.

11. Limpiar, limpiar y limpiar. Quizá sea una de las tareas que más hicimos, aunque no con la mayor de las ilusiones, también sea dicho. Pero por fin le pudimos dar a nuestra casa esa limpieza a fondo que llevaba tiempo pidiéndonos.

12. Leer lo que no habíamos leído en años. Con tanto tiempo libre podíamos devorar libros enteros. Transportarnos a otro momento, otro lugar y otra vida. Soñar despiertos y hacer que la cuarentena pasara más rápido.

12. Leer lo que no habíamos leído en años. Con tanto tiempo libre podíamos devorar libros enteros. Transportarnos a otro momento, otro lugar y otra vida. Soñar despiertos y hacer que la cuarentena pasara más rápido.

13. Disfrazarse en el balcón y animar el barrio junto a esos vecinos que antes no conocíamos y que se convirtieron en nuestros amigos de las tardes. Con los que nos divertíamos, cantábamos y bailábamos, separados por la distancia de nuestros balcones.

14. Aplaudir cada día a las 20:00h desde nuestro balcón. Por todas esas personas que se dejaron (y se dejan) la piel día a día por nosotros. Nuestra manera de agradecerles, siempre.

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